"Y es cultura, para nosotros, todos los símbolos de la identidad y memoria colectivas: los testimonios de lo que somos, las profesías de la imaginación, las denuncias de lo que nos impide ser". Eduardo Galeano

viernes, 2 de julio de 2010

Eje 3. Globalización. Estereotipos y Publicidad

Eje 3. Globalización
Estereotipos y Publicidad
La publicidad nace hace menos de doscientos años. Básicamente, y como su nombre lo índica la publicidad busca dar a conocer un producto y además, persuadir al público de su consumo. Con la industrialización se da una explosión en la oferta de bienes y servicios. Sobre un mismo producto se surgen y cada empresa hace lo posible por vender el suyo, para esto se apoya en la publicidad que aparece en la prensa escrita con un fin meramente informativo sobre el producto en particular y con la llegada del cine y la televisión se incorpora también a la publicidad el lenguaje audiovisual.
La comunicación de masas ya en el siglo XX facilita la expansión de la publicidad exigiendo de ésta especialización, debe ser más rigurosa porque además la explosión paralela de la producción genera competencia, cada marca necesita hacerse particular y eso sólo lo logra a través de la publicidad. Así es como surge “el marketing” y de ahí el target, el estudio de mercado. Se crean mercados, como segmentos de población al que dirigirán o buscarán especializadamente. La publicidad ahora se dirige a un público específico.
Al analizar la actualidad un poco, se devela que la publicidad está anclada en la vida del ser humano alrededor del planeta, está en todo y en cada lugar, es un fenómeno de la globalización. Casi todo lo que el ser humano percibe por medio de los sentidos está de algún modo intervenido tecnológicamente (como se señalo en el eje anterior que está muy articulado con este), y esas tecnologías son medios no sólo de información sino que la publicidad tiene un formato para cada forma tecnológica, para cada avance, programa, todo está permeado publicitariamente, los sposts en la televisión, publicidad virtual en internet, desde servilletas hasta avisos en el transporte público, la computadora, el programa de radio favorito, publi-reportajes y cada zona que pueda ser reconocida por algún sentido, está al menos medianamente publicitada.
La publicidad, (no sé si ingenuamente) en la elaboración de mercados queriendo ser “encantadora” para conseguir consumidores, más y por la fuerte difusión mediática que tienen ha establecido o reafirmado no sólo estereotipos de belleza sino también formas de vida. Analizar campañas publicitarias no es el sentido de este post, pero hay una campaña específica que tuvo traducciones para todo el mundo occidental, es alrededor de una gaseosa, se tituló: “Sprite, las cosas como son”

http://www.youtube.com/watch?v=5l7Q3atsIO0&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=HsK8OwoQFCk&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=9YKg75NdUxo

Esta campaña Sprite la hizo como reactivación de marca. Cuando una marca luego de estar fuertemente establecida en el mercado tiene un descenso en ventas, lanza series de comerciales que sin mostrar ninguna novedad en el producto quiere darle una nueva cara a la marca y así, como se evidencia en los anteriores comerciales en ningún momento se hace referencia explícita a la gaseosa pero si fuertemente a la marca. Pero no de una manera inocente Es la forma mediante la cual la marca reafirma su mercado. Pero no es tan simple no es tan inocente, la marca genera a través de un lenguaje muy cercano, con personajes que seguramente pueden ser reales “un querer ser” en el que no media si no la opinión de los creativos y el buen visto de la empresa, pero ¿las implicaciones sociales? No importan. Esa es la sociedad de consumo. Sólo para pensar un poco.

Eje 2. Mediatización de la cultura. ¿Experiencia? -Sobre la Vida 2.0 del Prosumidor-

Daniel es un joven dentro de lo normal para su edad, ya está en la universidad y es un estudiante promedio. Tiene novia y un empleo para los fines de semana. Un día para Daniel empieza con un sonido constante que no cesa que emite su teléfono móvil, porque su celular además de recibir y hacer llamadas es despertador, toma fotos y graba vídeos sin ahondar en que cuenta con bluetooth, muy sorprendente pero cotidiano,
-nada nuevo-.
Después de levantarse y de hacer lo que casi todo el mundo hace luego de despertarse (lavarse los dientes -ducharse tal vez- desayunar), enciende su computadora, acto seguido, ingresa a su MSN, mientras tanto revisa Facebook, espera que cargue Myspace, y está pensando qué decir en su cuenta de Twitter. Todas las formas que quiere Dani para expresarse están en la red 2.0, el romanticismo del puño y letra en la vida de Daniel es algo tan antiguo casi como también le va pareciendo el teléfono patentado por Bell. Él revisa también, las noticias, escucha algo de radio, lee un diario al azar, y todo lo que opina de la realidad que percibe lo escribe en su blog que tan sólo en seis meses ya sumo más de 6.000 visitas. Finalmente, por Skype, realiza una video-llamada a su mejor amiga que viajó a Tokio por seis meses, aunque está tan lejos, no siente la distancia. Hablan muy frecuentemente… Sale a la calle, conecta sus audífonos de un extremo a su mp3 y del otro a su cabeza, y empieza a caminar. Camina por ahí.
Daniel, no es un nombre real y/o podría ser cualquier nombre, podría ser cualquier persona. Es un día común para muchas personas (aunque sean un porcentaje mínimo). La vida actual se organiza, se ejerce desde la tecnología, la simplifica, agilizando casi todos los procesos. La hace más fácil, en la WorldWideWeb o Red de Amplitud Mundial, se articula el pensamiento, es un lugar “no-lugar” donde se dice, se piensa, se crea, se oye y escucha, se ve, se cree, se percibe, casi todo se puede (menos oler –aún-). Los sentidos expuestos, constantemente estimulados, pero ¿es experiencia? Y si lo es, ¿qué tipo de experiencia? ¿Es real?
La conversión de la experiencia “real” en términos de este sistema virtual funciona como una traducción. La mediatización es una traducción […] un movimiento de un texto a otro […] un movimiento a lo largo del tiempo, que implica la transición entre textos pasados y presente. Un movimiento que envuelve significado y valor (Silverstone, 2004). Esta traducción es mediante la cual se hace inteligible para la realidad virtual la forma como se concibe, o se percibe al mundo, por tanto, no es objetiva, nunca completa, siempre transformadora. Implica una relación bilateral con los medios de comunicación porque del mismo modo como el individuo es consumidor también, simultáneamente, es productor de información, de significados. Y surge la figura del prosumidor

http://www.youtube.com/watch?v=aD4XtZqJu-U

La realidad real se nutre de la realidad virtual y en sentido contrario funciona igual. Pero ¿dónde queda la experiencia “real”? ¿Hasta dónde esas realidades realmente se articulan?
La idea del prosumidor permite entender lo que de algún se llega a concluir en el post anterior: “Felicidad”. El acceso a las nuevas tecnologías permite que las personas consuman y generen información, y entonces la posibilidad de conocer varias versiones de un hecho permite o genera un análisis crítico de lo que está pasando. Así, las cosas parecen perfectas y tal vez sea la mejor salida del monopolio mediático; pero es una posición demasiado optimista, porque la infraestructura de los grandes medios de comunicación no desaparece; ahora bien, y si esos grandes medios también hacen uso de las nuevas tecnologías, como los blogs ¿qué pasa?
En ese sentido lo que se produce en la red, hasta los procesos más técnicos como el soporte de internet: el protocolo TCP/IP y todo lo que se sustente en esa plataforma estará permeada por intereses particulares, ya no los grandes medios o mejor, sus versiones online, la mercantilización de la industria en internet seguirá sosteniendo económicamente la internet. Entonces, el prosumidor que antes había señalado como posibilidad de cambio, será un engaño, consumirá y recreará, en ese caso hasta sentirá lo que algunos pocos quieran. Es más preocupante esta posibilidad porque las formas son más desarrolladas, haciendo el sofisma más sutil, casi imperceptible. Nada nuevo, de algún modo ya lo advertía Eduardo Galeano: La realidad real imita la realidad virtual que imita la realidad real, en un mundo que transpira violencia por todos los poros... Ahora los medios, los medios masivos de comunicación, justifican los fines de un sistema de poder que impone sus valores en escala planetaria. El ministerio de educación del gobierno mundial está en pocas manos. Nunca tantos habían sido incomunicados por tan pocos.

EJE 1 ¡Felicidad! (O sobre como se llega al final del monopolio mediático)

“En una época de universal engaño, decir la verdad constituye un acto revolucionario”-George Orwell

La noticia es una construcción. Así afirma J. Martín-Barbero (en la transparencia de los discursos a la opacidad del medio) pero no sólo la noticia como elemento constitutivo dentro de la dinámica de los medios masivos de comunicación, sino que todo lo que por ellos circule es también una construcción, siendo entonces, el reflejo de quien lo genere. De manera más concreta habrá que decir que la información, la noticia no responden a un acto objetivo, ni siquiera imparcial.

El producto de los medios de comunicación, la noticia (si se quiere) está permeada por toda la carga cultural tanto de quien la escribe como también (y seguro en mayor medida) de quien sustenta económicamente su producción. De esta manera queda abolida cualquier forma de objetividad e imparcialidad. Hecho problemático que se agudiza cuando se han monopolizado los medios de comunicación.

El mayor capital de los medios masivos de comunicación es: la credibilidad, la que puedan generar en su público, y “la verdad” en consecuencia, es su bandera, pero éstos responden necesariamente a los intereses particulares de los grandes grupos económicos que les permiten ser; entonces “la verdad”, será en los medios de comunicación la que esos grupos quieren que sea, hasta aquí puede no resultar tan problemática la situación, no tanto. El peligro o la dificultad surgen en el momento en el que esa verdad completamente subjetiva y parcializada, al ser la única conocida comienza a establecerse como la realidad de tod@s. A la manipulación, a ese riesgo es al que estamos expuest@s todo el tiempo cuando es el monopolio mediático el que tiene la posibilidad de determinar la agenda informativa, decidiendo que acontecimientos son relevantes y cuales no.

De forma más clara:
http://www.youtube.com/watch?v=bxuTaGJlTQ0

Pero entonces, ¿existe la verdad? ¿Cómo entender ese acto que posibilita cambiar el estado de las cosas que señala Orwell en la frase con la que inició este “post”? Verdad. Las distintas acepciones del Diccionario de la Real Academia, todas atañen a la conformidad entre una idea, un sentimiento, un hecho; con el concepto que de ellas se forma; habla de un proceso mental, que necesariamente es un proceso individual no colectivo, de este modo no puede haber una verdad colectiva, lo que quiero decir, es que hay tantas verdades sobre un fenómeno como seres humanos. Pero podría proponer que se puede conseguir una “verdad colectiva”, un constructo fundamentado por todas las perspectivas, por todas la verdades que se generen sobre el fenómeno del que se quiere informar, es decir, “una verdad” donde hayan tantas “formas de ver”, como personas.

Pero no es solamente una cuestión de tener perspectivas; hace falta el acceso a los medios. Las nuevas tecnologías (pueden ser la solución), han impulsado la democratización de la información, es decir, que la “voz” ya no esté en unos pocos o en uno (en el peor de los casos). Ahora la posibilidad de informar la tenemos todos, entonces, se aumenta la capacidad para contrastar versiones y por lo tanto, se incrementa la capacidad crítica. Consecuentemente, se ejerce sobre esos grandes medios: control social, que precisamente delimita sus mentiras, o bueno, si no son mentiras, por lo menos si, coartando su libertad de decir verdades a medias; mejor dicho esa verdad que corresponde a una perspectiva de las cosas, será al menos puesta en duda. Y así progresivamente se irán extinguiendo esos “grandes medios” perderán lectores, es decir, bajarán sus ventas, hasta tal ves, la quiebra. (¿Por qué no?). Es un proceso largo pero ya es una posibilidad real, ya no se puede tragar entero, hay que entender que la realidad es compleja y directamente proporcional debe ser su análisis. Esperanzadoramente, creo que es posible de este modo llegar a ese acto revolucionario que indicaba Orwell, es posible decir la verdad.

Nota final:
Sin querer resolver nada, mejor buscando generar dudas, y dentro del panorama que señale, quiero presentar (si es que no se conocía ya) a George Galloway; más allá de ser una figura política británica, quiero resaltar su labor no sólo dentro del conflicto palestino-israelí, sino también la que lleva frente a la idea de la “democratización de la información” precisamente alrededor de ese conflicto:


http://www.youtube.com/watch?v=d32MbbAjNCg&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=vATsYQFIemA&feature=PlayList&p=403214C36DD0C4E8&playnext_from=PL&playnext=1&index=11

jueves, 1 de julio de 2010

Conclusión

El blog nos pareció un recurso muy interesante para ejemplificar desde cada soporte los tres ejes de la materia. No solo para ejercitar la escritura y nuestra relación con la teoría, desnaturalizando los usos de las tecnologías, (contextualizando y sin generalizar) sino que también, nos obligó a trabajar con las Tics de las que tanto hablamos este cuatrimestre, haciéndonos parte de la construcción de significados que circulan en red, pudiendo mostrar cada una a sus mundos lo posteado y porque no, (en este planeta globalizado) al resto del globo.
Nos ayudó a pensar críticamente en las relaciones de poder y el rol central que tienen los medios sobre nuestra vida cotidiana. Mucho más, pensándonos como jóvenes y futuras comunicadoras.
La mediatización es un proceso muy complejo que empezamos a desglosar con ésta materia. Falta mucho por comprender.
Esperando que toda la carrera nos siga dando herramientas para seguir en este camino, nos comprometemos a crear una mirada critica, colectiva, solidaria, respetuosa y humilde, jugando siempre a favor de la libertad de expresión, pensándonos como actoras activas en la construcción de una sociedad en donde todas las voces sean escuchadas…
“Un mundo donde quepan todos los mundos”

julia, Gloria y Sol

miércoles, 23 de junio de 2010

Globalizacion: escrito de Eduardo Galeano

Sobre la globalización

La globalización no es un fenómeno nuevo, es una tendencia que viene de lejos. En estos últimos años se ha acelerado mucho como consecuencia del desarrollo vertiginoso de las comunicaciones y de los transportes. Y también de la no menos vertiginosa concentración de capitales a escala internacional. Pero no corresponde confundir globalización con “internacionalismo”. Una cosa es la certeza de la universalidad de la condición humana, de nuestras pasiones, de nuestros pánicos, de nuestras necesidades, de nuestros sueños… y otra muy diferente es la “borratina” de las fronteras para la libre circulación del dinero. Una cosa es la libertad de las personas y otra diferente y a veces opuesta es la libertad del dinero. Esto se observa ahora con mucha claridad en lugares como la frontera de México y Estados Unidos, virtualmente borrada para la circulación de dinero y mercancías, pero que en cambio levanta una suerte de muro de Berlín o de Muralla China para la circulación de las personas.
El derecho a la autodeterminación en la comida
El símbolo perfecto de la globalización es el éxito de empresas como Mc Donalds, que abre cinco nuevos restaurantes cada día en distintos lugares del planeta. Más importante que la caída del muro de Berlín fue la cola de rusos ante Mc Donalds en la Plaza Roja de Moscú cuando se derritió eso que llamaban Cortina de Hierro, que por la facilidad con que se deshizo era más bien una cortina de puré. La macdonaldización universal impone la comida de plástico en los cuatro puntos cardinales. Pero, al mismo tiempo, el éxito de Mc Donalds implica una lesión, una herida abierta en uno de los derechos humanos más importantes, el derecho a la autodeterminación en la comida. La barriga es una zona del alma. La boca es su puerta. Dime cómo comes y te diré quién eres. La comida es el modo de comer. El modo de cocinar es un rasgo de identidad cultural muy importante. No depende de la cantidad de cosas que se come. Es importante también para los pueblos pobres o muy pobres que comen poco o casi nada, pero que conservan tradiciones que hacen que ese acto mínimo de comer poco o casi nada se convierta de alguna manera en una ceremonia.
Contra la uniformización
Lo mejor que el mundo tiene está en la cantidad de mundos que contiene. Esta diversidad cultural, que es un patrimonio de la humanidad, se expresa en el modo de comer, y también en el modo de pensar, sentir, hablar, bailar, soñar.
Hay una tendencia muy acelerada a la uniformización de las costumbres. Pero al mismo tiempo hay reacciones hacia la afirmación de las diferencias que vale la pena perpetuar. Realzar las diferencias culturales, no las sociales, es lo que permite que la humanidad no tenga un solo rostro, sino muchísimos rostros a la vez. Ante esta avalancha de la homogeneización obligatoria hay reacciones muy saludables, pero también otras, a veces locas, que provienen del fanatismo religioso o de otras formas de afirmación desesperada de la identidad. Mi opinión es que no estamos de ninguna manera condenados a un mundo que sólo nos permita elegir entre dos posibilidades: o morir de hambre o morir de aburrimiento.
La identidad en movimiento
La identidad cultural no es una vasija quieta en una vitrina de un museo. Está en movimiento, cambia constantemente. Es continuamente desafiada por una realidad que también es dinámica. Yo soy lo que soy, pero también soy lo que hago para cambiar lo que soy. La pureza cultural no existe, como no existe la pureza racial. Afortunadamente, todo está muy mezclado a partir de cosas que a veces vienen de afuera; lo que define el carácter de un producto de cultura —sea un libro, un baile, una expresión popular, un modo de jugar al fútbol— nunca está en su origen, sino en su contenido. Una bebida típica de Cuba como el daiquirí no tiene ningún elemento cubano: el hielo vino de fuera al igual que el limón, el azúcar y el ron. Colón trajo el azúcar de las islas Canarias. Sin embargo el daiquirí es cubanísimo. Los churros andaluces vienen de Arabia. Las pastas italianas provienen de China. No hay nada que pueda ser calificado o descalificado a partir de su origen. Lo que importa es lo que se hace con eso y en qué medida una colectividad puede reconocerse en un símbolo que tiene que ver con su modo preferido de soñar, vivir, danzar, jugar, amar.
Eso es lo bueno del mundo, que de las mezclas incesantes van surgiendo nuevas respuestas a nuevos desafíos. Pero hay una indudable tendencia actual —resultado de la globalización obligatoria— a la uniformización que en gran medida tiene que ver con la concentración de poder en los medios de comunicación dominantes.
Dos esperanzas: Internet y las radios comunitarias
¿El derecho a la expresión —reconocido por todas las constituciones— se reduce al derecho de escuchar? ¿No es también el derecho de decir? Pero, ¿cuántos tienen el derecho de decir? Estas preguntas tienen que ver muy profundamente con las “lastimaduras” que está sufriendo la diversidad cultural.
Los espacios de independencia en el mundo de las comunicaciones se han reducido muchísimo. Los medios dominantes de comunicación son los que imponen no sólo una información manipulada y tergiversada, sino también una cierta visión del mundo que tiende a convertirse en la única posible. Es como reducir una cara que tiene millones de ojos a los únicos dos ojos de la cara dominante, que ocupa el lugar de todas las caras.
Lo que ha surgido como novedad promisoria es el auge de Internet. Es una de las paradojas que alimenta la esperanza. El Internet, que nace a partir de la necesidad de la articulación mundial de los planes militares, es decir, que nace al servicio de la guerra y de la muerte, es hoy el campo de expresión de muchísimas voces que antes no tenían la menor difusión. Hoy la tienen y pueden articular redes de comunicación gracias a este instrumento. Sirve también para la promoción comercial y la manipulación, pero indudablemente ha abierto espacios de libertad muy importantes para la comunicación independiente, que en cambio tiene sus caminos bastante cerrados en otros campos, como por ejemplo la televisión o la prensa. En el campo de la radio también están ocurriendo cosas buenas. El desarrollo de las radios comunitarias en América Latina permite la expresión propia de la gente. Una cosa es hablar a la realidad y otra escucharla, escuchar qué voces suenan desde la realidad cuando ésta puede expresarse, cuando la gente practica el derecho a la expresión propia.

Eduardo Galeano.


Galeano nos ayuda a analizar y profundizar sin perder la crítica, la complejidad de este término tan usado e investigado. Para mi, es el tercer y último posteo, que, relacionando todos los conceptos vistos este cuatrimestre, le da un cierre a la materia. La cual me ha aportado mucho (y eso sí que no es un cierre) para el análisis de mis realidades, desnaturalizando las experiencias. A continuación, expongo los conceptos dados por la materia que me hizo pensar y recordar el texto del periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano. Por su compromiso social, siendo una de las personalidades más destacadas de la literatura latinoamericana elegí su postura, la cual comparto, para hablar de este tema.

La Globalizacion y sus actores

La globalización no es un fenómeno, sino el resultado de procesos históricos llevados a cabo por determinados actores sociales. Mato habla de que no es una fuerza suprahumana, sino personas que hacen posible esta visión global de los acontecimientos. Hay actores que tienen mas peso que otros. Hablo de los grandes centros de poder, los gobiernos internacionales, que, regidos por sus intereses económicos, en este sistema capitalista, utilizan las tecnologías de comunicación a escala global para seguir sosteniendo su poder. Citando a Canclini, podemos definir al modo de mundializarnos en relación con la dependencia de EE.UU. como potencia mundial, a través de los tratados de libre comercio. En los países con deuda externa, a las personas se las globaliza como deudores desde su nacimiento. Desde el sistema económico neoliberal, se habla de una “modernización para todos”, de integración de las sociedades. Lo cual, encubre el sometimiento de la población a las elites empresariales y éstas a su vez, a bancos, inversionistas y acrededores transnacionales.

existe una Tension entre la globalización y la localizacion en el mundo contemporaneo. Ser local en el mundo globalizado es señal de penuria y degradacion social. El Capital financiero fluye sin distancias ni fronteras. La globalización une y desune al mismo tiempo.

Medios de comunicación y las culturas

Desde la Revolución Industrial y las nuevas tecnologías, se habla de Imperialismo cultural. Gociol lo denomina como sinónimo de globalización.

Durante los últimos 50 años, en las grandes ciudades, existieron movimientos progresivos de urbanización gracias a la creación de los medios de transporte. Éstos viven en proceso constante: de personas y de información. En donde los medios masivos de comunicación tienen un lugar central, como herramienta de homogenización, sin respetar la diversidad cultural, generando una identidad con valores consumistas. De esto habla Igarza y Galeano lo profundiza en su último párrafo.

La cultura urbana por definición es mediática, y predominantemente audiovisual. Tiende a ser digital, multimedial, interactiva y en línea. En los últimos años, Internet se ha vuelto un fenómeno, un claro ejemplo de lo que venimos hablando. Modificando las dimisiones espacio- temporales, para los jóvenes como actores posicionados socialmente, según Morduchowicz, es el lugar desde donde le damos sentido a nuestra identidad individual y colectiva. Modificando la percepción que tenemos de la realidad y el modo en que concebimos el mundo. Winocur habla de la gran importancia que tiene para las juventudes el sentimiento de pertenecía.

Sin embargo, poniendo como ejemplo a Internet, en este mundo globalizado, Sibila aporta un dato determinante: Las brechas entre ricos y pobres no disminuyen con la supuesta democratización de los medios. Sino q aumentan.

Sibila analiza el “Ser alguien en esta sociedad”, tener un lugar. Es una porción de la clase media y alta de la población mundial la que marca el ritmo; Distribuidos en el planeta globalizado, esta porción, es la q ejerce la gran influencia en la expresión de la cultura global. Para eso cuentan con el apoyo de los medios masivos a escala planetaria y del mercado que valoriza a sus integrantes como consumidores.

Esto genera la inclusión de los que se adapten a este nuevo modo de vida y exclusión de los que no tengan las herramientas para acceder. Éstos, son los que quedan excluidos en la sociedad del espectáculo, en lo que solo es lo que se ve, por lo cual, se los condena también a la invisibilidad total. Esta cultura economicista prioriza lo inmediato, genera fragmentación e individualismo.

Estas interrelaciones complejas, traspasan fronteras. Y de apoco, se va gestando alrededor de las nuevas tecnologías (como es el caso de Internet actualmente, o como se viene dando con las radios comunitarias, como explica Galeano), procesos contra la hegemonía cultural que nos impone que comer en Mc. Donalds te da status social.

Cada vez más, sobre todo por las juventudes, son usadas para crear otro tipo de poder, dando lugar a otras voces, al encuentro e intercambio de culturas, como dice Canclini, no al sometimiento de unas sobre otras. Y Galeano, como siempre nos deja esa pequeña (e inmensa al mismo tiempo) esperanza de cambio. Las tecnologías no son malas ni buenas. Se pueden usar para generar trabajos en red que contrarresten el de los grandes monopolios.


Por ultimo, y para seguir haciendo uso de las tecnologías de comunicación, encontré este video, de la murga uruguaya (para seguir con la linea latinamericana) "Agarrate Catalina". Que ejemplifica lo que dice Gociol sobre las marcas: ya no son productos, sino ideas, conceptos y estilos de vida. Se convirteron en la infraestructura de los acontecimientos. En este mundo globalizado, las empresas deciden donde, cuando y como la cultura es cultura.

Galeano y Mato hablan de la macdonaldizacion. Por eso, me pareció oportuno mostrar “El sueño americano”, que, con humor, pero sin perder la capacidad de analisis, nos invitan a hacer una autocrítica como pueblo y como actores sociales de cambio.




Sol Busso.

Eje 3: La globalización de la comunicación

Roberto Igarza nos habla de las Tecnologías de la información y la comunicación (TICs) y dice que son "el telón de nuestras vidas", tienen una constante presencia de fondo. Y sus planteos son ciertos, vivimos en el medio de los medios. Somos dependientes de ellos. Sabemos que "no estar conectados" es algo riesgoso para nuestra vida social y laboral.
Ahora bien, si nos ponemos a pensar ¿Cuántos somos los y las que estamos "conectados"? Paula Sivila nos da algunas cifras; A nivel mundial, dos tercios de la población nunca tendrá acceso a Internet, en América Latina sólo el 15% de la población tiene algún tipo de acceso. Estas cifras no causan tanto asombro, si consideramos que el 40% de la población mundial no tiene acceso a una tecnología mucho mas antigua: el inodoro.
No nos tenemos que olvidar que cuando hablamos de "porcentajes de población" estamos hablando de personas que tienen una historia de vida y una subjetividad. Cuando pensamos "globalmente" no vemos que detrás de lo global hay prácticas concretas de actores sociales. Mato nos recuerda lo importante que es el lenguaje. Con la palabra tenemos el poder de visilizar tanto como invisibilizar las cuestiones.
Si decimos "globalización" pareciera que hablamos de una fuerza anónima que nos domina. En cambio si hablamos de "procesos de globalización" visibilizamos que hay una historia que se fue dando porque muchas personas actuaron en el mundo.
Hace 18 años nací en un hospital y mi primer foto recién se pudo ver a las dos semanas, cuando mi papá la fue a buscar a la casa de revelado. Hace 15 años había que levantarse para cambiar el lado del casette. En 1998 estábamos mas de una hora en el videoclub eligiendo un VHS. En el 2000 teníamos que cortar la línea del teléfono para conectarnos a internet, el messenger tardaba 8 minutos en abrirse. En el 2002 usábamos diskettes para pasarnos archivos. En el 2004 sólo los "especialistas" de computadoras sabían bajar música de internet y grabar cd´s mp3. En el 2006 miles de personas se hacían un fotolog, el que posteaba una foto por día era considerado un "consumido". En el 2008, si alguien sacaba fotos con la cámara, había que "aguantarlo" unos días para que las pase, y el mail en el que iban adjuntas tardaba varios minutos en cargarse. En el 2010 entramos en dos segundos a facebook y tenemos a nuestra disposición toda la información personal que querramos.
Es increíble como en tan poco tiempo nuestra relación espacio-tiempo pudo cambiar radicalmente. Hoy podemos estar simultáneamente en muchos lados con personas diferentes. Las construcción de nuestra identidad, la de los jóvenes, está intrínsecamente relacionada con las pantallas y el consumo. Internet está instaurado, cuando navegamos, salvo que lo hagamos en un ciber no tenemos en cuenta que estamos consumiendo un producto. En este momento le estamos pagando a alguien. Internet tiene un impuesto, pero no nos acordamos. Como cuando abrimos la canilla para lavarnos la cara, no tenemos en cuenta que a ese agua le han puesto un valor en pesos.
En el sistema capitalista en el que vivimos, todo es mercancía. Es necesario que reivindiquemos los valores espirituales sobre los materiales. Pero seríamos muy hipócritas al negarnos a las TICs y pensarnos como sujetos ajenos a las prácticas de consumo. Somos consumistas, nos indignamos durante horas si nos roban el celular, nos enojamos al mismo tiempo que vemos como una nena busca comida en la basura. Vivimos en una enorme contradicción.
Es urgente revertir este orden, pero sin olvidarse que estamos en una coyuntura donde todo va muy velozmente, menos cuando queremos hacer las cosas reflexiva y colectivamente. Los proyectos se caen, la gente se cansa y se distrae.
Las TICs no se manejan a si mismas, son aparatos inertes. Nosotros determinamos su uso. Por eso somos responsables en generar que esas TICs sean herramientas de transformación y nos acompañen en nuestro actuar en el mundo, en vez de dominarlo. Creo que un nuevo horizonte se vislumbra. Hay mucha información que nos ayuda para el cambio dando vueltas, y eso es bueno.
Para concluir, invito a ver un video de la canción "Disneylandia" de Jorge Drexler. Creo que es un ejemplo claro de lo que llamamos "procesos de globalización".

Julia Biagioli

miércoles, 16 de junio de 2010

Eje 2: Mediatización de la cultura

Cuando se habla de mediatización, se habla de nuevas tecnologías, de los usos y prácticas de las mismas, de la relación tiempo-espacio... Ahora bien, todos estos términos adquieren mucho más sentido si retrocedemos en la historia. Como lo explicamos, nuestros recorridos históricos siempre van a referirse a la cultura occidental. (ver perfil)
Raymond Williams en su libro "Historia de la comunicación" explica que las comunicaciones son, fueron y van a ser una forma de relación social y, por lo tanto, los sistemas de comunicaciones siempre van a formar instituciones sociales. Si nos basamos en sus planteos, podemos decir que la tecnología (pensado en los dispositivos electrónicos que usamos para comunicarnos) siempre es social.
Quizás hoy nos resulte imposible ponernos en el lugar de una persona el siglo XV, donde recién comenzaba a nacer la imprenta. Pensarnos a nosotros mismos como únicos cuerpos "almacenadores" de información, sin saber escribir, leer, sin tener libros, revistas, equipos de música, diarios, radios, computadoras, cd´s, celulares, pendrives, mp3, mp4, dvd´s... sólo nuestro diálogo con los demás y nuestra memoria.
Ubiquémonos entonces en el siglo XIX, en pleno desarrollo de las redes de comunicación global. Ya tenemos un sistema de cables subacuáticos, agencias internacionales de información y se está empezando con la tecnología electromagnética. El poder eclesiástico y monárquico no es el único poder, se escuchan otros discursos, se empiezan a gestar pensamientos revolucionarios. Se empieza a consolidar una "cultura popular", más personas saben leer y se informan mediante prensas populares, gracias a nuevos desarrollos técnicos; impresión a vapor, producción más barata de papel, trenes para la rápida distribución.
Con el desarrollo de la industria y la creciente importancia que tienen las prensas, los comerciantes también participan en ellas mediante la publicidad. Como siempre que se meten los intereses capitalistas, resignifican y se apoderan de los instrumentos de poder del pueblo. La publicidad comenzó a ser más importante y los fines aparte de informar eran ganar, lucrar.
Las relaciones de poder siempre son complejas. Hoy decimos que "existen cuatro poderes"; ejecutivo, judicial, legislativo y comunicacional. Se discute su orden, yo creo que los cuatro van de la mano como una sola cosa, y que este poder se hace visible en los medios de comunicación masiva. También decimos que "el poder está y estuvo en manos de unos pocos".
Si a principios del siglo XIX la situación era así, casi dos siglos después, con guerras, dictaduras y revoluciones de por medio, nos damos cuenta del poder que ejercen los medios sobre nosotros. Somos seres totalmente mediatizados. Aceptándolo o no, siempre vamos a estar mediados, físicamente y mentalmente. Nuestro tiempo está pautado en una rutina, nuestro espacio es funcional a otro espacio de la ciudad, nuestro discurso es en base a otros discursos, nuestros símbolos son porque alguien o algo les generó significado.
Con tanto dispositivo, tanto mediador, tantas necesidades generadas (imaginémonos sin celular) nos hemos "alienado". Ernesto Sábato, en su libro Hombres y engranajes, explica como nos fuimos deshumanizando hasta llegar al día de hoy:
"El capitalismo moderno y la ciencia positiva son las dos caras de una misma realidad desposeída de atributos concretos, de una abstracta fantasmagoría de la que también forma parte el hombre, pero no ya el hombre concreto e individual sino el hombre-masa, ese extraño ser todavía con aspecto humano, con ojos y llanto, voz y emociones, pero en verdad engranaje de una gigantesca maquinaria anónima. Este es el destino contradictorio de aquel semidiós renacentista que reivindicó su individualidad, proclamando su voluntad de dominio y transformación de las cosas. Ignoraba que también él llegaría a transformarse en cosa. "

Ya citamos varias frases comunes que se dicen en sociedad. Nombrémos la última; "no hay que generalizar". No todos los medios tienen como fin lucrar. Nosotros/as también podemos ejercer poder. Tenemos la imágen del poder que ejercen los medios masivos como una gran máquina que se maneja sola, pero ese poder tiene actores e inventores. Como ellos pueden, nosotros/as también podemos resignificar todos estos medios, utilizándolos con fines que puedan generar conciencia de la realidad en la que estamos inmersos, y de la urgente necesidad de aprender de nuestra historia como humanos y cambiarla.
Lo podemos hacer de muchísimas formas. Una es el arte.

Invito a escuchar la canción tumoral de la banda de música Arbolito:








y leer las siguientes historietas;
-Eneko (http://blogs.20minutos.es/eneko)










-Pato de piedra (http://www.patodepiedra.blogspot.com/)





-Liniers (http://www.autoliniers.blogspot.com/)










Julia Biagioli