"Y es cultura, para nosotros, todos los símbolos de la identidad y memoria colectivas: los testimonios de lo que somos, las profesías de la imaginación, las denuncias de lo que nos impide ser". Eduardo Galeano

miércoles, 23 de junio de 2010

Globalizacion: escrito de Eduardo Galeano

Sobre la globalización

La globalización no es un fenómeno nuevo, es una tendencia que viene de lejos. En estos últimos años se ha acelerado mucho como consecuencia del desarrollo vertiginoso de las comunicaciones y de los transportes. Y también de la no menos vertiginosa concentración de capitales a escala internacional. Pero no corresponde confundir globalización con “internacionalismo”. Una cosa es la certeza de la universalidad de la condición humana, de nuestras pasiones, de nuestros pánicos, de nuestras necesidades, de nuestros sueños… y otra muy diferente es la “borratina” de las fronteras para la libre circulación del dinero. Una cosa es la libertad de las personas y otra diferente y a veces opuesta es la libertad del dinero. Esto se observa ahora con mucha claridad en lugares como la frontera de México y Estados Unidos, virtualmente borrada para la circulación de dinero y mercancías, pero que en cambio levanta una suerte de muro de Berlín o de Muralla China para la circulación de las personas.
El derecho a la autodeterminación en la comida
El símbolo perfecto de la globalización es el éxito de empresas como Mc Donalds, que abre cinco nuevos restaurantes cada día en distintos lugares del planeta. Más importante que la caída del muro de Berlín fue la cola de rusos ante Mc Donalds en la Plaza Roja de Moscú cuando se derritió eso que llamaban Cortina de Hierro, que por la facilidad con que se deshizo era más bien una cortina de puré. La macdonaldización universal impone la comida de plástico en los cuatro puntos cardinales. Pero, al mismo tiempo, el éxito de Mc Donalds implica una lesión, una herida abierta en uno de los derechos humanos más importantes, el derecho a la autodeterminación en la comida. La barriga es una zona del alma. La boca es su puerta. Dime cómo comes y te diré quién eres. La comida es el modo de comer. El modo de cocinar es un rasgo de identidad cultural muy importante. No depende de la cantidad de cosas que se come. Es importante también para los pueblos pobres o muy pobres que comen poco o casi nada, pero que conservan tradiciones que hacen que ese acto mínimo de comer poco o casi nada se convierta de alguna manera en una ceremonia.
Contra la uniformización
Lo mejor que el mundo tiene está en la cantidad de mundos que contiene. Esta diversidad cultural, que es un patrimonio de la humanidad, se expresa en el modo de comer, y también en el modo de pensar, sentir, hablar, bailar, soñar.
Hay una tendencia muy acelerada a la uniformización de las costumbres. Pero al mismo tiempo hay reacciones hacia la afirmación de las diferencias que vale la pena perpetuar. Realzar las diferencias culturales, no las sociales, es lo que permite que la humanidad no tenga un solo rostro, sino muchísimos rostros a la vez. Ante esta avalancha de la homogeneización obligatoria hay reacciones muy saludables, pero también otras, a veces locas, que provienen del fanatismo religioso o de otras formas de afirmación desesperada de la identidad. Mi opinión es que no estamos de ninguna manera condenados a un mundo que sólo nos permita elegir entre dos posibilidades: o morir de hambre o morir de aburrimiento.
La identidad en movimiento
La identidad cultural no es una vasija quieta en una vitrina de un museo. Está en movimiento, cambia constantemente. Es continuamente desafiada por una realidad que también es dinámica. Yo soy lo que soy, pero también soy lo que hago para cambiar lo que soy. La pureza cultural no existe, como no existe la pureza racial. Afortunadamente, todo está muy mezclado a partir de cosas que a veces vienen de afuera; lo que define el carácter de un producto de cultura —sea un libro, un baile, una expresión popular, un modo de jugar al fútbol— nunca está en su origen, sino en su contenido. Una bebida típica de Cuba como el daiquirí no tiene ningún elemento cubano: el hielo vino de fuera al igual que el limón, el azúcar y el ron. Colón trajo el azúcar de las islas Canarias. Sin embargo el daiquirí es cubanísimo. Los churros andaluces vienen de Arabia. Las pastas italianas provienen de China. No hay nada que pueda ser calificado o descalificado a partir de su origen. Lo que importa es lo que se hace con eso y en qué medida una colectividad puede reconocerse en un símbolo que tiene que ver con su modo preferido de soñar, vivir, danzar, jugar, amar.
Eso es lo bueno del mundo, que de las mezclas incesantes van surgiendo nuevas respuestas a nuevos desafíos. Pero hay una indudable tendencia actual —resultado de la globalización obligatoria— a la uniformización que en gran medida tiene que ver con la concentración de poder en los medios de comunicación dominantes.
Dos esperanzas: Internet y las radios comunitarias
¿El derecho a la expresión —reconocido por todas las constituciones— se reduce al derecho de escuchar? ¿No es también el derecho de decir? Pero, ¿cuántos tienen el derecho de decir? Estas preguntas tienen que ver muy profundamente con las “lastimaduras” que está sufriendo la diversidad cultural.
Los espacios de independencia en el mundo de las comunicaciones se han reducido muchísimo. Los medios dominantes de comunicación son los que imponen no sólo una información manipulada y tergiversada, sino también una cierta visión del mundo que tiende a convertirse en la única posible. Es como reducir una cara que tiene millones de ojos a los únicos dos ojos de la cara dominante, que ocupa el lugar de todas las caras.
Lo que ha surgido como novedad promisoria es el auge de Internet. Es una de las paradojas que alimenta la esperanza. El Internet, que nace a partir de la necesidad de la articulación mundial de los planes militares, es decir, que nace al servicio de la guerra y de la muerte, es hoy el campo de expresión de muchísimas voces que antes no tenían la menor difusión. Hoy la tienen y pueden articular redes de comunicación gracias a este instrumento. Sirve también para la promoción comercial y la manipulación, pero indudablemente ha abierto espacios de libertad muy importantes para la comunicación independiente, que en cambio tiene sus caminos bastante cerrados en otros campos, como por ejemplo la televisión o la prensa. En el campo de la radio también están ocurriendo cosas buenas. El desarrollo de las radios comunitarias en América Latina permite la expresión propia de la gente. Una cosa es hablar a la realidad y otra escucharla, escuchar qué voces suenan desde la realidad cuando ésta puede expresarse, cuando la gente practica el derecho a la expresión propia.

Eduardo Galeano.


Galeano nos ayuda a analizar y profundizar sin perder la crítica, la complejidad de este término tan usado e investigado. Para mi, es el tercer y último posteo, que, relacionando todos los conceptos vistos este cuatrimestre, le da un cierre a la materia. La cual me ha aportado mucho (y eso sí que no es un cierre) para el análisis de mis realidades, desnaturalizando las experiencias. A continuación, expongo los conceptos dados por la materia que me hizo pensar y recordar el texto del periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano. Por su compromiso social, siendo una de las personalidades más destacadas de la literatura latinoamericana elegí su postura, la cual comparto, para hablar de este tema.

La Globalizacion y sus actores

La globalización no es un fenómeno, sino el resultado de procesos históricos llevados a cabo por determinados actores sociales. Mato habla de que no es una fuerza suprahumana, sino personas que hacen posible esta visión global de los acontecimientos. Hay actores que tienen mas peso que otros. Hablo de los grandes centros de poder, los gobiernos internacionales, que, regidos por sus intereses económicos, en este sistema capitalista, utilizan las tecnologías de comunicación a escala global para seguir sosteniendo su poder. Citando a Canclini, podemos definir al modo de mundializarnos en relación con la dependencia de EE.UU. como potencia mundial, a través de los tratados de libre comercio. En los países con deuda externa, a las personas se las globaliza como deudores desde su nacimiento. Desde el sistema económico neoliberal, se habla de una “modernización para todos”, de integración de las sociedades. Lo cual, encubre el sometimiento de la población a las elites empresariales y éstas a su vez, a bancos, inversionistas y acrededores transnacionales.

existe una Tension entre la globalización y la localizacion en el mundo contemporaneo. Ser local en el mundo globalizado es señal de penuria y degradacion social. El Capital financiero fluye sin distancias ni fronteras. La globalización une y desune al mismo tiempo.

Medios de comunicación y las culturas

Desde la Revolución Industrial y las nuevas tecnologías, se habla de Imperialismo cultural. Gociol lo denomina como sinónimo de globalización.

Durante los últimos 50 años, en las grandes ciudades, existieron movimientos progresivos de urbanización gracias a la creación de los medios de transporte. Éstos viven en proceso constante: de personas y de información. En donde los medios masivos de comunicación tienen un lugar central, como herramienta de homogenización, sin respetar la diversidad cultural, generando una identidad con valores consumistas. De esto habla Igarza y Galeano lo profundiza en su último párrafo.

La cultura urbana por definición es mediática, y predominantemente audiovisual. Tiende a ser digital, multimedial, interactiva y en línea. En los últimos años, Internet se ha vuelto un fenómeno, un claro ejemplo de lo que venimos hablando. Modificando las dimisiones espacio- temporales, para los jóvenes como actores posicionados socialmente, según Morduchowicz, es el lugar desde donde le damos sentido a nuestra identidad individual y colectiva. Modificando la percepción que tenemos de la realidad y el modo en que concebimos el mundo. Winocur habla de la gran importancia que tiene para las juventudes el sentimiento de pertenecía.

Sin embargo, poniendo como ejemplo a Internet, en este mundo globalizado, Sibila aporta un dato determinante: Las brechas entre ricos y pobres no disminuyen con la supuesta democratización de los medios. Sino q aumentan.

Sibila analiza el “Ser alguien en esta sociedad”, tener un lugar. Es una porción de la clase media y alta de la población mundial la que marca el ritmo; Distribuidos en el planeta globalizado, esta porción, es la q ejerce la gran influencia en la expresión de la cultura global. Para eso cuentan con el apoyo de los medios masivos a escala planetaria y del mercado que valoriza a sus integrantes como consumidores.

Esto genera la inclusión de los que se adapten a este nuevo modo de vida y exclusión de los que no tengan las herramientas para acceder. Éstos, son los que quedan excluidos en la sociedad del espectáculo, en lo que solo es lo que se ve, por lo cual, se los condena también a la invisibilidad total. Esta cultura economicista prioriza lo inmediato, genera fragmentación e individualismo.

Estas interrelaciones complejas, traspasan fronteras. Y de apoco, se va gestando alrededor de las nuevas tecnologías (como es el caso de Internet actualmente, o como se viene dando con las radios comunitarias, como explica Galeano), procesos contra la hegemonía cultural que nos impone que comer en Mc. Donalds te da status social.

Cada vez más, sobre todo por las juventudes, son usadas para crear otro tipo de poder, dando lugar a otras voces, al encuentro e intercambio de culturas, como dice Canclini, no al sometimiento de unas sobre otras. Y Galeano, como siempre nos deja esa pequeña (e inmensa al mismo tiempo) esperanza de cambio. Las tecnologías no son malas ni buenas. Se pueden usar para generar trabajos en red que contrarresten el de los grandes monopolios.


Por ultimo, y para seguir haciendo uso de las tecnologías de comunicación, encontré este video, de la murga uruguaya (para seguir con la linea latinamericana) "Agarrate Catalina". Que ejemplifica lo que dice Gociol sobre las marcas: ya no son productos, sino ideas, conceptos y estilos de vida. Se convirteron en la infraestructura de los acontecimientos. En este mundo globalizado, las empresas deciden donde, cuando y como la cultura es cultura.

Galeano y Mato hablan de la macdonaldizacion. Por eso, me pareció oportuno mostrar “El sueño americano”, que, con humor, pero sin perder la capacidad de analisis, nos invitan a hacer una autocrítica como pueblo y como actores sociales de cambio.




Sol Busso.

5 comentarios:

  1. Es muy ilustrativo y elocuente el recurso utilizado así como también el análisis realizado articulando las principales categorías conceptuales que nos aportan los autores para pensar la relación de los sujetos con las tecnologías en un contexto complejo denominado "globalización"
    El trabajo demuestra una apropiación crítica de las lecturas y un esfuerzo significativo en la producción.
    Felicitaciones!

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  2. necesito 5 ventajas y 5 desventajas de lo que habla de la globalizacion :3

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  3. Como seria en resumen la vision que tiene galeano de la globalizacion?

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  4. de qué fuente fue extraído el texto?

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